Algunos apuntes biográfico-profesionales de Stephen A. Mitchell, Ph. D.
(1946-2000)
por Ariel Liberman
Nace en 1946, en New York, en el seno de una familia de primera generación de
americanos, con antepasados judíos, en las que los debates sociales y políticos
acompañaron mucho las etapas de su crecimiento.
Sus primeras lecturas de Freud las realiza en la adolescencia, en el High School,
lo que en parte determinará la orientación de Mitchell hacia la psicología. Además
de la psicología siempre estuvo muy interesado en la filosofía y en la política
–muestra de esto último, entre otras, es su compromiso, en la segunda mitad de los
60’, con el movimiento contra la guerra (“antiwar movement”).
Realiza el College en la Universidad de Yale con la intención de hacer el “psychology
major” y de estudiar psicoanálisis. Finalmente termina “majoring” en “Historia,
Arte y Letras” y dedica su “senior year” a realizar un trabajo en filosofía sobre
“El hombre y el estado”. Se gradúa en 1968. Realiza posteriormente su doctorado
en Psicología Clínica en la “New York University Postdoctoral Program in Psycoanalysis
and Psychotherapy” (NYU). En el primer año de formación comienza su primer análisis
personal con un analista “Freudiano Contemporáneo”. Hay que tener en cuenta que
en aquel momento este programa de la NYU estaba fuertemente dividido en dos “track”
o cursus de formación con poco contacto e intercambio entre ellos. Uno de ellos
estaba liderado por los Freudianos y el otro por los interpersonalistas. En una
entrevista con Drescher (1994, p. 4-5) Mitchell describe sus tempranos intentos
de enseñar la Teoría de la Relaciones de Objeto en el “track” Interpersonal-Humanista
del Post-doctorado de la NYU. Dice: “El sentimiento en ese momento entre los Interpersonalistas
era que sólo muy poco de la Relaciones Objetales era tolerable (soportable)…temían
que fuese muy peligroso este tipo de cosas para la escuela Interpersonal. Hice un
trabajo (paper) en la NYU llamado “Teoría de las relaciones objetales: ¿amiga u
oponente de la tradición Interpersonal?”. El discutidor lo atacó en un tono que
tenía mucho de macartismo. Era como si la teoría de la relaciones objetales fuese
un “frente de organización” freudiana que quisiese infiltrar las cosas. La tradición
interpersonal necesitaba mantenerse pura de esto. Se debatía en lo que para mi era
un nivel pseudo-racional…Las personas que tenían el poder habían crecido en confrontación
con los freudianos y no se pueden eludir estas experiencias formativas. (…).Pienso
que siempre temieron ser dominados por los freudianos. La teoría de las relaciones
objetales era muy cercana a la teoría freudiana en algún aspecto y, por tanto, era
imposible dejarla entrar”. Este párrafo de Mitchell describe bien tanto el clima
de la época como algunas de las actitudes que caracterizarán a S. A. Mitchell a
lo largo de su vida: apertura mental, esfuerzos de integración y coraje en la exposición
de sus ideas.
En el contexto de su formación en la NYU realiza un “intership” en el “Columbia
Psycchiatric Institute” dividiendo el mismo en un semestre en el servicio comunitario
y otro semestre en el servicio psicoanalítico. En esta época lee mucho a Fromm,
a Sullivan y, gracias a Bernie Friedland, se introduce en autores como Fairbairn
y Guntrip. También en este período entra en contacto con los trabajos de Leslie
Farber, autor de orientación existencialista e interpersonal que influenciará de
forma duradera su pensamiento.
S. A. Mitchell comienza su actividad docente en cursos de pre-grado e interdisciplina,
actividad que formará parte fundamental de su vida profesional y de la que sostendrá
(2004): “el mejor modo de aprender algo profundamente es enseñarlo”. Piensa que
es enseñando y reflexionando con otros sobre su trabajo clínico lo que lo llevó
a desarrollar un punto de vista personal así como, en la clínica, un “estilo coherente
propio”.
A mediados de los 70’ (1974?) comienza su formación en el William Alison White
Institute (WAWI) que finalizará en 1977. Cuando Mitchell decide comenzar su formación
en la WAWI también comienza su segundo análisis con un psicoanalista interpersonal,
análisis del cual le quedarán los mejores recuerdos y el reconocimiento del gran
impacto que tuvo sobre él. Hay que tener en cuenta que en esos años la WAWI estaba
muy influenciada por el pensamiento de Edgar Levenson, analista de enorme originalidad
dentro de la tradición del psicoanálisis interpersonal.
Un año importante en su desarrollo profesional es 1983 ya que se publica el libro
que escribió junto con Jay Greenberg sobre “Las Relaciones de Objeto en la Teoría
Psicoanalítica”. Este libro tuvo mucho trabajo detrás, unos cuatro años, y se ha
convertido, con el tiempo, en una referencia casi ineludible en todo proceso formativo.
Los autores, después de haberse dado cuenta que tenían en mente la publicación de
un libro parecido, deciden escribirlo conjuntamente. Fue en estos años que la relación
personal entre ellos fue creciendo. En este libro quisieron mostrar, según Mitchell,
el importante cambio que se estaba produciendo en las décadas precedentes dentro
del pensamiento psicoanalítica que se podría sintetizar –énfasis del libro que sólo
puede comprenderse situacionalmente- en un movimiento que va de “la comprensión
de la mente construida a partir de impulsos y defensas hacia una comprensión de
la mente construida a partir de configuraciones relacionales. Intentamos mostrar
las diferentes estrategias de enfrentar este cambio –desde las estrategias más conservadoras
de acomodación (en la psicología del yo freudiana) a estrategias más radicales como
claras alternativas (la teoría interpersonal y la teoría de las relaciones de objeto
de Fairbairn)” (2004). Es interesante señalar, y no creo que sea sólo anecdótico,
que Mitchell publica en 1981 (mientras realiza este libro), o sea, muy tempranamente,
un artículo sobre Fairbairn “The Origin and Nature of The "Object" in the
Theories of Klein and Fairbairn” (Contemp. Psychoanal., 17:374) y que algunas de
sus últimas conferencias tratan, justamente, sobre este mismo autor. Como señala
Greenberg (2001) Mitchell tenía muchos “héroes intelectuales”, muchos de lo cuales
habían sido “outsiders” dentro de sus propias tradiciones teóricas: Sullivan, Klein,
Fairbairn y Loewald –a estos dos últimos, junto con Bowlby, están dedicados sendos
capítulos de su último libro en vida (2000). Volviendo al texto de 1983 Mitchell
sostiene: “La comprensión de la historia de las ideas psicoanalíticas que desarrollé
en esos años han permanecido conmigo desde entonces”. Podríamos considerar que a
partir de su siguiente libro “Conceptos relacionales en psicoanálisis: una integración”
de 1988 (libro construido sobre la base de artículos que fueron apareciendo desde
1983 a 1987) S. A. Mitchell comienza a desarrollar su propia perspectiva de un modelo
relacional integrado que irá atravesando, con diferentes énfasis, los libros subsiguientes
publicados en vida -“Esperanza y temor en psicoanálisis” (1993), “Freud and
Beyond” (1995, escrito junto con su mujer Margaret Black), “Influencia y Autonomía
en psicoanálisis” (1997), “Relacionalidad. Del apego a la intersubjetividad” (2000)-
así como el libro que aparece después de su muerte -“¿Puede el amor durar? El destino
del “romance” en nuestro tiempo” (2002).
Siguiendo con el desarrollo profesional e institucional de Mitchell habría que
señalar algunos lugares y momentos cruciales: el comienzo de la movilización de
la división de psicoanálisis (división 39) de la Asociación de Psicólogos Americana;
en este contexto la actividad docente de Mitchell y su influencia irán creciendo
día tras día. Por otro lado, Mitchell comienza a dictar seminarios en el Postdoctoral
Program en la NYU y hacia 1989, después de una serie de disputas internas, se les
ofrece la posibilidad a Emmanuel Ghent, Bernie Friedland y él (sumándoseles pronto
Phil Bromberg y Jim Fosshage) de formar un grupo casi independiente, el “relational
Track”. (Charles Spezzano, refieréndose al movimiento relacional en general, habla
de éste en analogía a lo ocurrido en los años 40 en la Sociedad Británica de Psicoanálisis
como del “Grupo Independiente Americano”. Pienso que en el contexto del Postdoctoral
Program de la NYU la analogía es aún más evidente.). El tercer momento crucial en
el desarrollo de Mitchell y, también, del psicoanálisis relacional, es la fundación
en 1991 de la revista Psychoanalytic Dialogues: A Journal of Relational Perspectivas.
Esta revista es fruto, como señala Mitchell, de la común iniciativa de Lewis Aron
y de él. Será descrita por Mitchell como un lugar de encuentro formidable con gente
con la que colaborará a lo largo de los años y que devendrán amistades duraderas.
Señala: “(…) al comienzo Lew Aron, Phil Bromberg, Mannie Ghent y Adrienne Harris
y luego, con los años, Neil Altman, Tony Bass, Jody Davies y Muriel Dimen. Más recientemente
se sumaron a nosotros Margaret Black, Carolyn Clement y Jay Frankel”. Cito estos
nombres, citados por Mitchell, pero podríamos agregar a la lista unos cuantos más
que, al día de hoy, siguen trabajando y construyendo esa “sensibilidad clínica común”
como definen en sendos artículos Stolorow y Bass al psicoanálisis relacional o intersubjetivo.
También dirige, junto con Lewis Aron, la Relational series books en la editorial
Analytic Press. En esta serie aparecerá, en 1999, un libro editado por Mitchell
y Aron que tiene como fin trazar la evolución del pensamiento relacional a partir
de una serie de artículos de autores diversos que, elegidos con criterio histórico-fundacional,
han jalonado este pensamiento. El libro se titula: “Psicoanálisis relacional.
La emergencia de una tradición”. Por último, y no menos importante a nivel institucional,
Mitchell participó en la gestación y en el proceso de organización de la Internacional
Association for Relational Psychoanalysis and Psychotherapy (IARPP) justo
antes de su repentina muerte.