Sándor Ferenczi

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Ferenczi “en la bella España”[2].

Contribución a la cuestión de la formación analítica[3]

Michelle Moreau Ricaud [4]

¿Por qué Ferenczi pone rumbo hacia el extremo sur de Europa en 1928 y da una conferencia: “El proceso de la formación analítica.” (Ferenczi, 1928)?. Mi propósito es retomar aquí la cuestión de la formación situando las circunstancias de esta conferencia, su lugar en la estancia española de Ferenczi. Trataré de reconstruir en primer lugar el contexto apoyándome en algunas cartas inéditas de Ferenczi a Freud amistosamente prestadas por Judith Dupont y traducidas por Edouard Rosenblatt, así como en los datos y documentos aportados por los miembros de éste seminario, cuyas posteriores reflexiones e investigación, podrían útilmente validar (o no) este ensayo y completarlo.

Ferenczi ama viajar. Nada de fobia a los viajes como Freud. Desde que dejó las proximidades de Transilvania para sus estudios médicos en Viena, después para instalarse en Budapest, recorre el mundo cada vez que puede. Con Freud, o solo, incluso con Gisella, descubre América, Austria, Alemania, Inglaterra, Holanda, Italia, Francia, y España. Observemos que su primerísimo articulo en 1898, hallado recientemente en la Biblioteca Nacional de Budapest, titulado “La psicología del turismo”, esta publicado en una revista de turismo (Ferenczi 1898): Ferenczi muestra su interés precisamente por este fenómeno moderno y lo cuestiona. Aunque este pequeño ensayo recae sobre las motivaciones de los que parten de caminata por la montaña, mientras que Ferenczi va a entregarse esta vez a un turismo cultural; apostemos sin embargo a que son las mismas “motivaciones estéticas”, su sentido de lo bello, las que le empujan hacia España, así como la esperanza de disfrutar de esta ”efímera felicidad” que ofrece la “contemplación de la naturaleza y del arte”. Hay que añadir su interés por la Historia. Y le gustará ese país como para empujar a Freud a visitarlo, sin tener éxito por otra parte.

Pero el placer estético no es habitualmente puro. Ferenczi debe, desde hace tiempo, mezclar viaje y trabajo: elaboración y escritura teórica-clínica, o reflexión sobre un tema que le inquieta (como lo testimonia la correspondencia con Freud o con otros), o aun, como aquí, retorno a la reflexión sobre la cuestión de la formación. ¿“Variatio delectat” o placer añadido? No olvidemos las condiciones económicas en las cuales Ferenczi se debate; incluso aunque Freud le manda de vez en cuando ”un animal para ganar dinero”, la vida es dura, y el tiempo de ocio se encoge como una “peau de chagrin”A . Cuando los tiempos son demasiado difíciles en Hungría, Ferenczi sueña con un turismo un tanto particular, agitando repetitivamente la idea de emigrar a algún lugar - Berlín, los EE.UU., Viena, -¡donde el dinero no le faltaría!. Para tomar un poco el aire y descansar, recurre a ciertas soluciones: acepta ser invitado con los gastos pagados para dar conferencias, da consultas sobre la marcha, forma analistas, o incluso ensaya, sin éxito, a encontrar “tíos con dólares” para financiar los proyectos de edición o el de la fundación de la Policlínica, como en el curso de su segundo viaje a “Dollaria” (Estadios Unidos para Freud). Otra solución más, bastante extendida aunque nos parezca hoy en día sorprendente, consiste en llevar “un paciente en el equipaje” (Freud 1924); se parte con uno o dos pacientes e, instalados en el hotel, se prosiguen las sesiones. No se interrumpe la cura del paciente, y se gana dinero. Ciertamente esto no es auténtico descanso, pero para romper con esta practica, Ferenczi debe esperar hasta 1931, cuando habiendo viajado a Capri, le informa así a Groddeck: “Esta ocasión, por primera vez desde hace años estoy de vacaciones sin pacientes” (Ferenczi/Groddeck 1982). Pero éste no es el caso en su periplo español, puesto que Gisella y él, van acompañados por una paciente particular, evocada en su comunicación en Oxford al año siguiente y a la que debe su concepción de la escisión psíquica (Ferenczi 1930, 94) señalada así en “Análisis de niños con los adultos”: “Nuestra colega Elisabeth Severn, quien está en análisis didáctico conmigo (....)” (Ferenczi 1931, 104). Esta paciente que frecuentara aún su Diario Clínico, la conocemos un poco mejor, al menos en cuanto a su verdadera identidad, revelada en el Congreso de la Sociedad Sándor Ferenczi de Budapest (Fortune, 1993). Esta paciente ,“R.N.”, o aun Elisabeth Severn, es americana y se llamaba en realidad Leota Brown, ejercía como “psicoterapeuta” (practicando la “teosofía” y la “terapia mental”). Llegada por consejo de Rank para ponerse en tratamiento con Ferenczi debido a graves problemas, hace un análisis al ritmo sorprendente de ¡varias horas por día!. Sin duda no podía entonces, con tal encuadre, ser dejada sola mucho tiempo en Budapest... En fin, Ferenczi puede viajar igualmente en tanto que V.I.P. del psicoanálisis para exportarlo, darlo a conocer, tratar de implantarlo, después vigilar el grano: la Asociación Psicoanalítica Internacional, creación común de Ferenczi y de Freud tiene, al menos en su origen, en 1910.

En el otoño de 1928 pues, cuando Ferenczi viene a España, su estancia no tiene aparentemente otra finalidad explícita que hacer turismo, y reposar. Vacaciones sin duda necesarias, saludables incluso. Pues algunas preocupaciones, apreciadas en el plano orgánico, cinco meses antes, y un diagnóstico -el de “senilidad precoz”- le han estremecido. ¿Quien ha planteado este diagnostico? ¿Freud sin duda? .Es efectivamente a la vuelta de un encuentro con él cuando Ferenczi menciona este diagnostico utilizando comillas (carta inédita de 14 Abril 1928); por otra parte “Análisis terminable e interminable” parece evocar su caso en la alusión a esos cuadros de pacientes todavía jóvenes pero cuyo psiquismo esta empobrecido como el de los ancianos. ¿Su médico y colega, Lajos Lévy, podría también haber hecho este diagnóstico?. Consultado, aconseja una exploración de las funciones intestinales, y reposo. Ferenczi toma entonces ocho días de vacaciones, con Gisella, en Lovrana, aprovisionado de ciertos medicamentos (magnesio y belladona). El viaje a España no arreglará sus problemas digestivos. Y Ferenczi deberá, de ahora en adelante, cuidarse: ¿Hay que ver aquí el comienzo de esa enfermedad, incurable por entonces, la anemia de Biermer (Sabourin 1985, p.199) que terminará por llevársele, a pesar de otras saludables peregrinaciones, vacaciones y cuidados termales en Baden-Baden, y en Francia, en Septiembre de 1932, en los Pirineos Occidentales, en Biarritz y Luchon...?.

Como se lo resume más tarde a Freud que viene, fatigado por su reciente reintervención de cáncer, de anular el encuentro en Tegel (Berlín), Ferenczi programa su estancia: Madrid, Sevilla y Granada (Ferenczi carta inédita de 29 Octubre 1928). Van a entremezclarse con este proyecto ciertos encuentros, algunos de ellos deseados e incluso solicitados, por ejemplo con el traductor de Freud, López Ballesteros y de Torres, y con médicos como J.M. Sacristán o Sarró en Cataluña, e igualmente otros inesperados, como el que tendrá con esas personas cultivadas y esos intelectuales españoles que le escucharán en la conferencia que le será propuesta, y en la cual expondrá su concepción de la formación analítica.

Volvamos al itinerario de Ferenczi y a la reconstrucción esquemática de su viaje español. Viaja todo Octubre, habiendo dejado Budapest el 30 de Septiembre y regresado a comienzos de Noviembre. “El 5, comienzo en Budapest” escribe a Groddeck (Ferenczi/Groddeck, 1982). Las diferentes etapas del viaje pueden reconstruirse así: a comienzos de Octubre llegada a Madrid; en tren sin duda, puesto que a la vuelta Ferenczi aconseja a Freud, que ha debido permanecer dos meses en la Clínica Tegel cerca de Berlín, en casa de Simmel, “venir de una manera u otra, quizás por avión” (Carta inédita de Ferenczi a Freud 14 Noviembre 1928). Ferenczi reside en el Hotel Florida, Plaza del Callao, durante “dos o tres días”. Allí intentará encontrar al traductor de Freud. ¿Le envía una nota como lo hace al Doctor José María Sacristán?. Desde el Hotel Florida, el 4 de Octubre (Ferenczi, documento inédito) le pide de nuevo a Sacristán en una nota redactada en francés, “darle un poco de su tiempo” y dejar su respuesta al conserje. El encuentro no se produce, como lo deja entender una nota de Ferenczi del 7 de Octubre: desde Granada, Ferenczi escribe, en alemán esta vez: “Distinguido Doctor, ¡que pena que en Madrid su amistosa (¿presencia?) no haya sido anunciada!. Le esperaba en mi habitación. Una vez más cordiales agradecimientos de su fiel, S. Ferenczi” (Ferenczi, documento inédito). Este joven colega, psiquiatra y director del Hospital Psiquiátrico de Ciempozuelos, es descrito “como la mayoría de los jóvenes, mitad un adepto al método catártico, mitad jungiano” (Postal inédita desde la casa del Greco en Toledo, 6 Octubre 1928).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nota manuscrita por Sándor Ferenczi a ¿Luis López Ballesteros? A su llegada a Madrid (4-10-1928).


El 6 está pues en Toledo. ¿No permanece más que una jornada como turista de base entre dos trenes o se queda más de dos días?. Visita la casa del Greco, y hace algún comentario: “Pintor avisado, el Greco ha tomado seguro como taller la magníficamente situada casa de Samuel Levy, el constructor de la antigua sinagoga que ha sido a continuación transformada en iglesia católica”. Ha visitado por tanto el barrio judío, tan prospero hasta el decreto de exilio de los judíos que no querían convertirse al catolicismo (1492), y la magnifica “Santa María la Blanca”, la más antigua sinagoga de Toledo (1180), transformada en iglesia por el simple añadido de un altar, en el siglo 15, después de haber visto la “Casa del Greco” situada en la Calle Samuel Levy, con su pequeño museo creado al lado por el marques de Vega-Inclan[5]. El Greco (1545/50-1615) acababa de ser descubierto a comienzos de siglo. Así Manuel B. Cossío, trabaja sobre los archivos de la ciudad y Francisco Borja de San Roman y Fernández publica “El Greco en Toledo, o nuevas investigaciones acerca de la vida y obra de Dominico Theotocopuli”, Madrid, Suárez, 1910. Después un oculista español, el Dr. Germán Béritens lanza la polémica entre los críticos de arte con su ensayo “Por qué El Greco pintó como pintó” (1912), avanzando su famoso diagnostico de “astigmatismo hipermetrópico”. Además, un especialista de arte español, Lafond, conservador del museo de Pau, había reconocido (en los arcos de una casa en ruinas, donde se sabía que estuvo la de Samuel Levy y la del mago marqués de Villena) el ángulo desde el cual el Greco pintaba sus paisajes y sus “colinas grises que figuran a menudo al fondo del cuadro” (Barrès, 1923, 33) y autentificaba así su casa. Numerosos estudios críticos continuaron viendo la luz, la prensa se hizo eco. ¿Ferenczi habría leído a Maurice Barrès, de la Academia Francesa, quien publica una reedición de su “Greco o los secretos de Toledo” con ilustraciones? Seguramente ha leído la obra de Meïer-Graefe, ese sabio alemán autor del “Viaje a España”, Berlín, 1910, señalando el motivo principal del Greco: la elipsis. En cualquier caso es desde luego El Greco uno de los fines del viaje; ignoro si Ferenczi ha visto todos los cuadros (actualmente reunidos en la casa museo) del “maestro de Toledo”, pero ha visto obligatoriamente “El entierro del Conde de Orgaz”, pintado sobre el muro de la iglesia de Santo Tomé; y quizás también los cuadros que se encuentran en otras iglesias y en el Hospital San Juan Bautista. ¿Qué ha pensado de este artista extranjero que ha sabido captar a estos toledanos católicos tan graves y tristes, casi alucinados o místicos?.

 

 

 


 

 


Nota manuscrita por Sándor Ferenczi a José Sacristán desde Granada (7-10-1928).

 

 

Postal manuscrita por Sándor Ferenczi y enviada a Sigmund Freud desde Toledo. Anverso: Casa del Greco; Reverso (texto manuscrito). (6-10-1928).

Después del descubrimiento de esa ciudad, tan extraña y bella, antigua capital de los visigodos, convertida en la Edad Media en polo de atracción y de mezclas, único sin duda, de las tres culturas, católica, judía y musulmana, antes de que la Inquisición dejara sus huellas trágicas, Ferenczi vuelve a Madrid donde Ballesteros le espera. Se deja comprometer para dar una conferencia a su vuelta de Andalucía. Pinta así a Freud el cuadro de su traductor: “un joven profesor de filología, extremadamente gentil, hirviente de entusiasmo hacia el psicoanálisis, abogado además. No me ha dejado en paz hasta que le he hecho la promesa dar una conferencia para un circulo escogido de intelectuales (Sociedad de Cultura)B ”. Nuestros colegas del seminario me indican que se trata del círculo de la Residencia de Estudiantes[6], en la calle Pinar 21 de Madrid. “Hablaré sobre el aprendizaje del psicoanálisis insistiendo sobre el hecho de estar analizado”, añade Ferenczi (carta inédita de Ferenczi desde Granada, 17 Octubre 1928). Parte ahora para Andalucía, Sevilla después de Granada. En Granada Ferenczi tiene la intención de descansar, pero su mujer y él tienen problemas intestinales (imputados a la cocina española) y Ferenczi no logra tener el reposo previsto. Una semana (?) después vuelve a Madrid, donde da, el 27, su conferencia en francés. Lo que puede admirar si se olvida que el francés significaba aún en el mundo la lengua de la diplomacia y de la cultura, y que desde siempre España ha anudado lazos de toda clase con Francia. Así, la clase cultivada española habla francés (¿desde Luis XIV?). Ferenczi no habla español, contrariamente a Freud que conocía esta lengua, cita a Cervantes, y se sabe ha creado, adolescente, una “Academia Castellana” con Silberstein e intercambiado cartas donde se nombran “cínicamente” Berganza y Cipión: Freud firma “Tu fidel Cipion, perro en el Hospital de Sevilla”. Freud ha leído igualmente a Hernani de Hugo y ha visto a Mounet-Sully interpretar esta obra durante su estancia en París; por otra parte, una réplica, sobre el orgullo de los grandes de España, iguales al rey y que permanecen con el sombrero ante el ...hasta su decapitación, tendrá ”entrada” en el Witz... Jones señala que Freud regaló a Martha las obras de Calderón. Ferenczi por su parte, se siente más cerca de la cultura francesa por haber estudiado francés en el liceo de Miskolc (Moreau Ricaud & Gyula Madaï, 1992), leyéndolo habitualmente, en particular a los psicólogos y alienistas franceses, Pierre Janet, Charles Richet, así como a Anatole France, a quien consagra en uno de sus artículos; intercala a menudo en sus textos expresiones francesas, etc. (Remarquemos sin embargo que no le gustaba el francés. Esta enemistad se apoya en la política que llevaba Francia y en el humillante tratado del Trianon tan desastroso para Hungría; una carta a Freud nos trata sin ambages de ¡“salauds”!).Por otra parte, sí que gustaba de sus escritores y conocía la lengua. Pero no ha redactó su conferencia en francés, sino probablemente en alemán y sobre la marcha, en Granada (¿pensando en ella desde Madrid?). Ferenczi señala en efecto: “B. lo ha arreglado todo, no he tenido que hacer nada sino leer un ensayo que había sido traducido al francés por B.”

 

 

 


Página del Catálogo de la Exposición sobre la Residencia de Estudiantes de la Institución Libre de Enseñanza, donde se menciona la presencia de Ferenczi [Alberto Jiménez Fraud (1883-1964) y la Residencia de Estudiantes (1910-1936) Madrid: CSIC, 1987.]

 

Ferenczi deja Madrid el 28 y envía unas líneas a Freud (postal del salón del Prado): “Nuestro amigo Ballesteros ha hecho todo para promover mi conferencia de ayer. Se lo contaré todo de viva voz“. Luis López Ballesteros añade algunas líneas de homenaje a Freud y a Ferenczi: “La alegría de conocer personalmente al padre del psicoanálisis no me ha sido otorgada hasta el presente, y he sido feliz de honrarle en la persona de su más fiel y espiritual seguidor. El Dr. Ferenczi me ha, con su espíritu vigoroso y juvenil, insuflado ánimos para continuar el combate por el psicoanálisis, o por mejor decir, para comenzarlo”.(cursiva de la autora).

En el camino de regreso, Ferenczi se detiene en Barcelona y se encuentra “al Dr. Sarro (...) y otros neurólogos de la Universidad, quienes son {y que los catalanes me perdonen de reportar aquí este prejuicio[7]} más ignorantes pero más pretenciosos que sus colegas madrileños. Madrid es siempre y todavía la distinguida Castilla, Barcelona una especie de ciudad industrial a la americana. Aquí naturalmente los psicólogos, no son sino psicotécnicos. Ballesteros creo que merece nuestra confianza. Tiene una amplia comprensión, aunque, y con gran pesar suyo, no pueda por motivos exteriores seguir un análisis. Tiene razón al decir que es menos el jefe de un movimiento psicoanalítico que secretario de este jefe. Para Sarró sería muy difícil establecerse en Madrid, pues tiene a su familia en Barcelona - Un catalán típico”. El primero de Noviembre, Ferenczi sale por Niza, directamente a Budapest, sin detenerse en casa de Freud por razones de salud. Una vez en casa, escribe una parte de sus “experiencias españolas”. Felizmente para nosotros -¿lo que habla del sadismo del investigador?- Ferenczi se ve impedido por sus problemas de salud para contar todo “de viva voz” a Freud, como tenía intención, pero le escribe: “La impresión general de la estancia es excepcionalmente interesante. A pesar de una diarrea continua (...)” -cortamos aquí para volver a la exhortación hecha a Freud para conocer “este país que rebosa de tesoros históricos y artísticos y de notable población” (carta inédita de Ferenczi a Freud, 14 Noviembre 1928), al recuerdo de la preciosa ayuda de Ballesteros, citada antes, y a lo que nos dice de la audiencia: “una interesante reunión” y “una sociedad cerrada compuesta de personas de la alta nobleza y de profesores de Universidad. La Duquesa de Alba es la presidenta, ella misma y una multitud de marquesas y de condesas estaban presentes”.)

He aquí pues quien recibe la información sobre la iniciación o más bien sobre el aprendizaje del oficio (¿noble?, ¿plebeyo?) de psicoanalista. Por supuesto, los psiquiatras e intelectuales están también presentes.

 

Veamos ahora la situación del psicoanalistas en 1928 y la de Ferenczi, así como la situación de España en el movimiento psicoanalítico. Estamos diez años después del gran éxito del Congreso de Budapest en 1918; reconocido el psicoanálisis, se ha dotado de medios institucionales de formación y desde 1920, la Policlínica de Berlín forma analistas “bien y deprisa” (Moreau, 1977) gracias a Eitingon, quien desplaza así el centro del movimiento desde Viena, primero a Budapest, después a Berlín. Existen Sociedades ahora, en estos tres centros, y también en Londres, en París (1926) y dos en Nueva York, tras el viaje de Ferenczi (1926/27). La situación del psicoanálisis es por tanto excelente. Sin embargo, graves problemas estallan en Viena entre el psicoanálisis y el Poder: el proceso de Theodor Reik (1926) ha despertado inquietudes sobre el estatuto social de los analistas: ¿como se puede acusar a Reik de “ejercicio ilegal” de la medicina?. Freud continua combatiendo para que el análisis no sea confiscado por los médicos, ni utilizado por los charlatanes (médicos sin formación comprendidos), ni anexionado por los religiosos (curas o pastores) y en fin, para que el Estado deje a las Sociedades analíticas la autonomía de decidir quien es analista o no. La cuestión del análisis profano (“laico”) ha hecho salir a Freud de su reserva: polemiza, abre el debate sobre la formación del analista, e interviene igualmente cerca de los consejeros del Estado, después publica rápidamente la obra (Freud 1926, 1985), también traducida y discutida por Ferenczi en América en 1927. Mientras que los analistas son en esta cuestión, bien opuestos (Jones y los americanos), bien ambivalentes (como Eitingon quien decepciona a Freud, porque “no me da su corazón”), Ferenczi es el único que está, como Freud, convencido de que el analista es “profano” es decir “fuera del templo de la medicina”. Posición que J. B. Pontalis radicaliza en el prologo a la nueva traducción del trabajo de Freud: “todo analista es <profano> en tanto que no puede nunca identificarse a un saber, ni sacralizarlo” (Pontalis 1985). Y es esto lo que Ferenczi viene a reafirmar una vez más en España mostrando que no existe mas que una formación especifica para el analista, cualquiera que sea el diploma de origen, como lo ha hecho un año antes en los Estados Unidos, no dudando, con la traducción inglesa de “El análisis profano” de Freud en el bolsillo, en entrar en conflicto con los analistas de Nueva York. ¡Pero en España...los analistas están lejos de ser “mil é tre”!. El análisis no tiene ninguna existencia oficial. Sin embargo, este país esta muy bien informado. María Luisa Muñoz, en el Congreso de la A.I.H.P. de Bruselas (1992) señalaba que la teoría fue acogida muy pronto, pues aún en 1893, la Gaceta Médica de Granada y la Revista de Ciencias Medicas de Barcelona, publicaron la primera traducción del articulo de Freud “Sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos” (Muñoz, 1992). En 1909 un primer articulo critico, “La génesis sexual de la histeria y las neurosis en general”, publicado por un medico alienista, Gayarre Espinar, Director del Hospital de mujeres de Ciempozuelos, marca su desacuerdo con la teoría de Freud. En cuanto a la posición del filósofo fenomenólogo Ortega y Gasset, que puede parecer favorable ya que presenta el análisis “como la creación más original y más sugestiva que haya atravesado estos veinte últimos años”, muestra este entusiasmo atemperado por otra parte ya que critica algunas nociones que lee “parecen un poco excesivas y sobre todo bastante fantasiosas” (Vezzeti, 1991). Su artículo “El psicoanálisis ciencia problemática”, da sin embargo a conocer la teoría en los medios artísticos y lo recomienda no solo a los médicos sino a “todo el mundo”. Sin duda este juicio pesa en la decisión de ese pequeño - cito a Freud - “editor madrileño (José Ruiz Castillo) que es el primero en el mundo que se propone imprimir todos los trabajos ya publicados en Viena o Berlín, y los que sean producidos en el futuro” (Vezzeti 1991, cursiva de la autora). Comenzada en 1922, dos años antes de la G. Schriften, la traducción por López Ballesteros de las obras Freud se acaba en 1934; el primer volumen esta prologado por Ortega y Gasset. Cuando Ferenczi llega a Madrid en 1928, doce volúmenes han sido ya editados. Y el décimotercero va a seguirlos muy pronto, lo que señala Freud en una carta a Ferenczi a su vuelta a Budapest. Pero los textos no lo son todos. La España católica continúa resistiéndose al análisis: nada de analistas y sobre todo nada de peticiones de formación. Y sin embargo, los embriones de un grupo están ya sembrados...

En cuanto a la posición de Ferenczi en el movimiento, en esta época parece más sólida que nunca. Mientras que el análisis se desarrolla a la búsqueda de su camino, Freud “no esta seguro nada más que de Ferenczi” (Minutas, redactadas por J. Dupont, de la correspondencia Freud-Ferenczi: carta inédita de Freud, 22 Abril 1928). Lejos de ser para Freud “la píldora amarga” en la que se convertirá pronto, Ferenczi ha alcanzado, según el propio Freud (carta inédita del 4 Enero 28), una “madurez” técnica y teórica. La prueba es su reciente contribución “Elasticidad de la técnica psicoanalítica”. El propio Ferenczi se dice más afirmado en su técnica para empezar, y en la difusión del psicoanálisis a continuación, puesto que retoma la iniciativa de nuevas conferencias públicas en Budapest, el interés por el análisis renaciente tras el aplastamiento del régimen Horthy. Retrospectivamente, sabemos que a Ferenczi no le quedan más que cinco años de vida; su obra, tal y como nos ha llegado no esta totalmente acabada; faltan artículos fundamentales, que representan aproximadamente la tercera parte del Tomo IV: (1929) “El niño mal acogido y su impulso de muerte”; (1930) “Principios de relajación y neocatarsis”; (1931) “Análisis de niños con los adultos”; (1933) “Confusión de lengua entre los adultos y el niño”; y por supuesto también, el Diario Clínico.

 

El contexto de la conferencia, reconstruido, nos permite releerla de manera diferente. Haría la hipótesis de que Ferenczi parte a la conquista, o si me lo permiten, a la “Reconquista” de España, siendo la bandera esta vez la del psicoanálisis “ortodoxo”, que predica su conferencia. Con una retórica apretada, su discurso evoca el método hipnótico, que alterna ternura y severidad, método observado y elaborado en “Doma de un caballo salvaje” donde Ferenczi admira el trabajo del palafrenero con el pura sangre “Cicas” (Ferenczi 1913). Otra forma de transferencia - contratransferencia, distinta a la de la metáfora de Freud, de “la arena de la transferencia”.

Manejando pues la seducción, este “alumno espiritual” de Freud (según López Ballesteros), comienza por halagar a su auditorio agradeciendo la deuda de la Europa del Este con el “genio hispano”, desarrollado particularmente en el “arte y la literatura” (Ferenczi, 1928, p. 239). Además, Ferenczi viene a decir que, puesto que la excelente traducción de López Ballesteros esta hecha, no hay nada nuevo para enseñar. Salvo precisamente algo sobre la cuestión practica: ¿como convertirse en psicoanalista? Se sabe que este es uno de los varios apartados en los que se ha convertido en maestro, pues, parodiando a Jones, “si el psicoanálisis es Freud”, a mi entender, Ferenczi es la formación. Ferenczi pasa entonces a la exigencia, a la severidad: ”el oficio de psicólogo” (Ferenczi 1928, 240) no puede aprenderse en los libros, los cursos y seminarios universitarios, contrariamente a otras disciplinas. Plantea pues algunas cuestiones, siempre de actualidad por otra parte, como ¿quien puede pretender el título de psicoanalista?, y otra, omitida, ¿qué función cumple el analista?, pero cuya respuesta está también aquí: comprender los conflictos psíquicos profundos y “encontrar una solución practica” a estos problemas, lo que exige llegar “al conocimiento y al dominio de sí”: el análisis es la “condición sine qua non”. Nada pues de “enseñanza” a través de libros únicamente, sino “formación”, exigencia especifica entonces, puesto que el conocimiento que podemos tener de nuestra psique nos sirve de instrumento para conocer a otros. Recordando el enfado de Freud contra “los fanáticos de la objetividad” (los behavioristas), señala que en 1926, en los Estados Unidos, ha aceptado el desafío del Watson y desvelado el funcionamiento de “este explorador disfrazado del psiquismo” que se sirve igualmente en su ignorancia de la identificación con el otro.

Se sabe de la facilidad de Ferenczi para ir a lo esencial y hacer comprender los conceptos. Todos los que le han oído (sus alumnos en la Universidad en 1919, Balint, Lorand, etc.) se ponen de acuerdo para decir cuan cautivante conferenciante era. Freud por su parte le había solicitado muy pronto ayuda y preparado con él, sobre el barco que se mecía hacia el nuevo mundo, las conferencias para el jubileo de la Clark University (1909). Después Ferenczi introduce algunos otros puntos que pongo en forma de proposiciones: 1) solo la experiencia personal da la convicción profunda sobre la verdad del saber teórico; 2) esta experiencia no puede hacerse en adelante en forma autoanalítica; un “guía” (Ferenczi 1928, p.242) es necesario, figura de transferencia de amor y de odio que va ayudar con “firmeza y tacto” a “descubrir y reparar” los errores educativos e impedir que se sustraiga ante las verdades desagradables” 3) el guía va a después a “volver independiente” a su alumno (se diría a resolver su neurosis de transferencia; 4) no es sino una vez franqueada la prueba personal que se pueda analizar a su vez y bajo ciertas condiciones.

El invierno precedente a su venida a Madrid, Ferenczi había ya (“Elasticidad de la técnica analítica”), tratado del problema de la formación y de esta “segunda regla fundamental” que había tenido éxito muy pronto en hacerse admitir por sus colegas:”cualquiera que quiera analizar a los otros debe primero ser analizado él”. A pesar de que el tema es muy habitual, Ferenczi no se entrega a repeticiones, sino que repiensa los problemas y da una conferencia adaptada a la situación española.

 

Hace falta una formación analítica “ortodoxa” - término poco “halagüeño”, ironiza -¡mucho antes que nosotros! -ni autodidacta ni universitaria, las dos limitadas, insuficientes; sino una formación artesanal, a la antigua. El futuro analista es primero “aprendiz” con un maestro (análisis con un analista), después “compagnon”[8] (analiza a un paciente “bajo control”, dando cuenta regularmente de sus trabajo a un formador que puede ayudarle) y por fin “maître” (reconocido, habilitado). Resaltemos que el Compagnonnage contemporáneo, no utiliza el termino “maître” y que las etapas del aprendizaje son ahora aprendiz, aspirante, compagnon; y otra además: “compagnon fini” (ex-”maître”), lo que evoca los conocidos cursos de la I.P.A. El maestro artesano se necesita siempre para pasar de aprendiz a aspirante y de aspirante a compañero (Vernes, 1996). Así pues, para formarse como psicoanalista, ¡nada de autodidactismo y nada de auto-análisis!. Ferenczi retoma en otra parte esta idea del “Compagnonage”: “La formación analítica recuerda pues, en muchos aspectos, a la que rige en las formaciones artesanales” (Ferenczi póstumo, bis). ¿Toma este modelo de Alemania, o bien de Francia, donde la tradición del Compagnonoge ha permanecido viva y simboliza siempre entre nuestros “artesanos” la escuela por excelencia, aunque esta formación no esté implantada en España, lo que Ferenczi debió ignorar?...Todo este proceso analítico, recuerda, exige una hora por día y dos o tres años tras la obtención de un diploma universitario. Pero sobre todo, no se puede llegar a analista más que yendo a uno de los cuatro “Institutos de formación “ (Freud los llamaba “Escuelas superiores de psicoanálisis”) existentes en Berlín, Viena, Londres y Budapest. ¡Pero no en España!

A partir de aquí, cuando todo esta dicho y prohibido, la enjundia de esta comunicación es clara. Un aprendizaje del oficio de analista se requiere y para formarse; hace falta seguir el camino oficial, ¡nada de formación de “contrabando”!. Es el “método psicoanalítico según Freud y no cualquier método cocinado para uso personal” lo que el desea promover en España. Debe decidir a este país, que se resiste aún, más tiempo todavía que Francia (pues el así llamado “genio latino” era incompatible con el freudismo)... ¿Quizás Ferenczi desea igualmente asaltar la ciudadela universitaria reaccionaria que en los años veinte apenas llega a redescubrir la hipnosis? Recuérdese las reglas de la I.P.A. sobre la formación, prevenir eventuales formaciones autodidactas, “salvajes”, ¿a partir de la traducción de López Ballesteros?. Un grupo parece haberse fundado “por un etnólogo analista y un jurista (B) en Madrid”; (quizás el Dr. Cesar Juarros, quién publica en 1928 “Los horizontes del psicoanálisis, y López Ballesteros, según J. Jiménez). ¿Tal vez otro se organiza en Cataluña alrededor de Sarro?. Recordemos aquí las cualidades sociales de Ferenczi: dinamizador, reune gente, cuidándose de aglutinar a las fuerzas vivas del país, los ilustrados, las profesiones sociales, que podrían engrosar a los analistas “laicos”; llama en esta conferencia a los “sociólogos, pedagogos o criminólogos” - ¡’e incluso a los padres ! (Ferenczi, 1928, p 224). Único defensor incondicional y auténtico de Freud respecto al análisis laico, busca igualmente a los creadores, a los artistas, a los espíritus de vanguardia que, como en Budapest, han tenido éxito en sacar al psicoanálisis de su acantonamiento estrecho en la clínica únicamente. Y la Residencia de Estudiantes, donde da su conferencia, es precisamente un vivero de artistas e investigadores - Dalí está entonces allí, se presentara tiempo después a Freud...

Quisiera señalar aquí un error en la edición francesa y española. Releyendo “El tratamiento psicoanalítico del carácter”, que continua a “El proceso de la formación analítica”, he quedado sorprendida por su datación viendo la nota al pie (“Extracto de una serie de conferencias dadas en Madrid 1930”), mientras que el cuadro de materias indica 1928. Dado que Ferenczi no volvió jamás a España estoy segura ahora de que este texto ha sido leído durante su estancia en 1928. Dos confirmaciones lo apoyan: en primer lugar la carta de Ferenczi a Freud que precisa exactamente: “Como suplemento he dicho algunas cosas sobre la posibilidad de una terapia psicoanalítica del carácter”. En segundo lugar, los periódicos de la época: El Debate, que anuncia la conferencia de Ferenczi, así como el ABC Domingo que da cuenta de ella indica el titulo siguiente: “El aprendizaje del psicoanálisis y la transformación psicoanalítica del carácter” ( el ABC del domingo 28 de Octubre caricaturiza a Ferenczi conferenciante, firmado por Lafuente). ¿Por qué la edición francesa ha cortado en dos la conferencia?, ¿habrá sido publicada en alemán en dos partes separadas?, ¿se ha encontrado el original en francés?. Esta segunda conferencia es efectivamente un “suplemento” añadido al interés de la formación; autentico pequeño curso psicoanalítico de notable concisión, trata del desarrollo del carácter -de hecho de la personalidad- (ello, yo, superyo)- del rechazo, y muestra la teoría analítica como portadora de esperanza comparada a las tesis pesimistas sobre el carácter innato. Ferenczi expone algunas viñetas de casos sacados de su practica: ha podido hacer desaparecer, en un sabio, “el caparazón de modestia” detrás del cual se escondía su resistencia al análisis; por lo mismo, el carácter de las personas cínicas, agresivas, que reaccionan de manera infantil, “cabezota”, ha podido ser relacionada con experiencias narcisistas, en las que el sujeto se oponía a “todo tratamiento injusto”. ¿Deja igualmente entender que el psicoanálisis puede ser el tratamiento de las gentes normales e igualmente de los analistas?. Ciertamente; es en cualquier caso una preparación necesaria para el momento en que el analista va a servir de “punching ball” (sic) para sus pacientes: el análisis profundo del carácter va a ser necesario para soportar con igual humor todas las manifestaciones del paciente. Esta “igualdad de humor”, dice más adelante “no es necesario en las otras especialidades medicas (Ferenczi, 1928). Brevemente, este oficio, difícil de practicar, exige formarse. De pasada, Ferenczi reafirma a los partidarios del organicismo citando al celebre Ramón y Cajal, quién enseña por la época y frecuenta el Circulo de la Residencia. Además, previniendo la oposición eventual de las mujeres “modernas” de los años 20 hacia la teoría freudiana falocéntrica, las arrastra hacia su propia teoría evolucionista, más ciencia ficción que la de Freud: “Thalassa”, estudiando el azar de la diferenciación sexual y del papel materno (“la carga”!) al cual los machos han escapado. ¿Punto de vista feminista y provocador en España, país de Tirso de Molina y su Don Juan?. ¿No añade por otra parte que los rasgos viriles de las mujeres o “a la inversa” ( ¡los rasgos femeninos eventuales de los hombres permanecen no mencionados!), son “sensibles a la influencia del psicoanálisis”?. Termina su comunicación sobre las ultimas aplicaciones y expresa la esperanza de que el bonito país que es España contará pronto entre los países donde se dispense una enseñanza valedera del psicoanálisis”.

¿Cual son los efectos de esta conferencia?: sin duda los aristócratas, los profesores de universidad, e incluso el traductor no se han decidido, a pesar de la pertinecia del discurso sobre la exigencia aunque agradablemente presentada del programa de formación, a este “gran sacrificio”: ir a formarse en una de las tres ciudades de Europa Central que tienen Institutos. Sin embargo sabemos que un español al menos va a ir a formarse en Berlín : Ángel Garma (Moreau Ricaud, 1993) (En cuanto a Sarró, su análisis con Freud es llevado a cabo en dos tardes: comunicación personal de Ph. Koechlin). Garma permanece en Berlín de 1929 a 1931 (análisis con Reik) y vuelve a España donde se instala: es el primer analista español. Conduce pronto análisis terapéuticos y didácticos y forma a la segunda generación: José Solís, Jerónimo Molina y Mariano Bustamante. Un pequeño articulo suyo hace eco de la conferencia de Ferenczi, “Como se estudia el psicoanálisis“ (Archivos de Neurología). Trabaja en España hasta 1936, infiltrando toda la organización de salud mental: la psiquiatría, la neuropsiquiatría, la liga de higiene mental, los tribunales para menores, como lo ha mostrado en su tesis para el doctorado en Medicina José Gómez: Las aportaciones de Ángel Garma. Después viene a Francia cuando estalla la guerra civil, se establece dos años y toma en control a algunos jóvenes analistas como Françoise Marette (futura Dolto), antes de ir a colonizar América del Sur: El País, a la muerte de Garma titula, “El hombre que llevó el psicoanálisis a América del Sur. Otra “conquista” de Garma para el psicoanálisis: la psicosomática. Pero si seguimos los trabajos de José María Gómez Sánchez-Garnica -a quien Garma me había reenviado cuando me informaba de su formación en Berlín- nos encontramos con que Ángel Garma al terminar sus estudios de medicina en 1927 ha decidido formarse en Alemania ciertamente, ¡pero en neurología!. ¿Entonces no se trata más que de una influencia indirecta? Garma no sabe nada aún del psicoanálisis cuando encuentra a Michaelina Fabian, psicoanalista del Hospital de la Caridad de Berlín: ella le forma y le influencia, enviándole al Instituto de Berlín, donde se analiza con Theodor Reik de 1929 a 1931. Si no es a partir de la conferencia de Ferenczi en Madrid que la formación, vía Garma (quien no asistía), ha comenzado en España, esto parece haberse hecho sin embargo de rebote y la experiencia analítica se ha impuesto.

Recordemos todavía este fantasma de Freud: ser un “conquistador” ganando territorio a los infieles: a la psiquiatría con la ayuda de Jung al principio, a la Universidad con Ferenczi en 1919, a las artes, incluso al mapa mundi (cf. el mapa de Freud lleno de pequeñas banderas indicando los lugares de anclaje del psicoanálisis, en la Library of Congress). Hay que conquistar o reconquistar España y hacer florecer las nuevas luces: en 1928, la defensa de la Causa esta asegurada por el campeón de la formación analítica, el valeroso caballero Ferenczi.

Palabras clave: Ferenczi, turismo cultural, “aprendizaje del psicoanálisis”, sacrificio necesario, proceso analítico, “cadena de la tradición”, resistencia de la España católica.

 

Sinopsis

Se trata de un intento de reconstrucción del itinerario de Ferenczi en España (Otoño de 1928) a partir de cartas aún inéditas de Freud y de Ferenczi (de próxima aparición en Calman-Levy, vol. 3.), de datos e informaciones aportadas por el grupo de colegas españoles organizadores de la conferencia en que éste material fue expuesto, y a la espera de nuevos documentos susceptibles de modificar este trabajo. Presentamos hipótesis sobre las diversas motivaciones (estéticas, históricas, culturales y de salud) que llevan a Ferenczi a este viaje, con el fin de reconstruir el contexto de la doble conferencia dada en el Círculo de la Sociedad de Cursos y Conferencias de la Residencia de Estudiantes. Sin haberlo previsto, Ferenci recibió esta propuesta de López Ballesteros para ser el “cruzado” de la “orodoxia” analítica, conduciendo o reconduciendo a España, quizás tentada por la transmisión teórica exclusiva (gracias a la traducción de López Ballesteros casi completa para estas fechas), al “sacrificio” de la formación en un Insituto Psicoanalítico, necesariamente en el extranjero, por falta de analistas en el país. Ante clínicos e “intelligentsia”, Ferenczi lanza entonces la señal de “Reconquista”... analítica, mediate el llamado a la “segunda regla analítica”: la exigencia firmemente planteada de trasmisión del psicoanálisis por la experiencia personal de él.

Key-words: Ferenczi, cultural tourism, analytical “apprenticesship”, analytical process, necessary sacrifice, “traditional chain”, Roman catholic resistence.

Synopsis

We tray to reconstruct Ferenczi’s itinerary trough Spain during the autumn 1928, using the unpublished letters exchanged between Freud and Ferenczi (to be published in the III volume at Calman-Levy) and documents and informations from our Spanish collegues, and while waiting other documents which may modify this paper. We hypothesise on various motivations for this journey (esthetical, historical, cultural and salutary) in order to reconstruct the context of the conference Ferenczi gave to the Sociedad de Cursos y Conferencias de la Residencia de Estudiantes: Ferenczi took the opportunity of this unexpected offer by López Ballesteros to behave as the “crusader” of analytical “orthodoxy”, to bring back Spain - may be tempted by an analytical transmission by unique Freudian theory (through its nearly complete translation by López Ballesteros at taht time) - to the necessary “sacrfice” in a Training Intitute abroad, since Spain lacked a training analys. Before a mixed audience (clinicians and the “intelligentsia”) Ferenczi launched the start of an analytical... “Reconquest”, recalling the “second analytic rule”: The necessity of trnsmission of psychoanalysis by a personal experience of it.

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- (póstuma): «Présentation Abrégée de la psychanalyse», Oeuvres Completes, t. 4, París, Payot, 1974, p. 180.

- (póstuma bis): «Présentation Abrégée de la psychanalyse», Oeuvres Completes, t. 4, París, Payot, 1974, p. 179.

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Notas:


[1] Caricatura realizada por Ángel de la Fuente en la conferencia de Sándor Ferenczi en la Residencia de Estudiantes de la Institución Libre de Enseñanza el 27-10-1928,  publicada en ABC el día siguiente (28-10-1928).

[2] Expresión de Freud quien siente envidia del viaje de Ferenczi (Carta inédita). Ferenczi habla del “bonito país de España”. (O.C. IV, 354).

[3] Conferencia pronunciada en Madrid el 10 de febrero de 1996 en el “Seminario sobre Sándor Ferenczi”, organizado por “Perspectiva Psicoanalítica. Equipo de Psicología y Psiquiatría Dinámica” y coordinado por José Jiménez Avello. Publicada en la Revista de la A.I.H.P. y también en la Revista de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica de Madrid (1997) nº 25, pp. 175-191. Reproducido con autorización. Traducción de José Jiménez Avello.

Las cartas inéditas (14 de abril de 1928, 29 de septiembre, 7 de octubre, 17 de octubre, postal del 6 de octubre, 28 de octubre, 14 de noviembre) de la correspondencia Freud/Ferenczi me han sido amistosamente prestadas por Judith Dupont y traducidas del alemán al francés por Édouard Rosenblatt.

Las pequeñas notas de Ferenczi a J:M. Sacristán, así como las reseñas de prensa de su conferencia en Madrid, y la información sobre la Residencia de Estudiantes me han sido ofrecidos, de manera igualmente amistosa, por los organizadores de este seminario: Agustín Genovés, José Jiménez, Luis J. Martín Cabré, Pilar Revuelta y Beatriz Rolán.

[4] Michelle Moreau Ricaud es miembro del IVème Groupe (OPLF) de la AIHP, Maestra de Conferencias en el IUT de la Universidad de Tours: Dirección postal: 31, quai du Bourbon, 75004-Paris (Francia).

A N.deT.- Título de una novela de H. Balzac, traducida al español como “Piel de zapa”.

[5] Según la Guía Azul.

B N.deT.- En realidad, “Sociedad de Cursos y Conferencias”.

[6] La Residencia de Estudiantes funcionó desde su creación en 1910 hasta la guerra civil de 1936. Residencia universitaria, organizaba actividades culturales: conferencias, conciertos, teatro, ballet, cine, etc. Han vivido allí intelectuales y artistas como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Rafael Alberti (poeta aún vivo), Luis Buñuel, Juan Ramón Jiménez (premio Nobel de literatura), Manuel de Falla, Gregorio Marañón... Han dado (conferencias o talleres) Antonio Machado y Miguel de Unamuno y, entre los extranjeros: Paul Claudel, Chesterton, H.G. Wells, Maurice Ravel, Igor Stravinsky, Le Corbusier, Jean Piaget.... (Información de la que soy deudora a José Jiménez, quien me la transmitió cara a la edición francesa de este trabajo).

[7] Ferrán Patuel Puig, colega en el IV Groupe, señala el debate de ideas en torno a E. Mira, Profesor de Psiquiatría en Barcelona. “La psychanalyse en Catalogne”. Paris. Boletín del Quetrième Groupe, 12.

[8] Los “compagnons” del deber. No existe Compagnonnage en España, pero sí en Francia, en Alemania, en los Países Bajos, en Bélgica, en Suiza, y desde hace quince años, en Canadá. Los primeros rastros escritos aparecieron en el siglo XV, pero el origen se pierde en la noche de los tiempos. (Informaciones recogidas de Mme. Dorothée Vernes, Bibliotecaria de la “Maison du Compagnonnage”).