¿Cómo está cambiando la sociedad? ¿Cómo está cambiando el psicoanálisis? ¿Cómo se influyen estos cambios entre sí? ¿Contribuye el psicoanálisis al cambio social que el mundo contemporáneo necesita? Estas y otras preguntas han sido abordadas en la Reunión anual que IARPP ha celebrado en Madrid (España) del 29 de Junio al 2 de Julio de 2011.

 

Han estado presentes los principales impulsores del pensamiento relacional, que contribuyen a la transformación del psicoanálisis contemporáneo: Neil Altmann, Lewis Aron, Anthony Bass, Jessica Benjamin, Harriet Bjerrum Nielsen, Margaret J. Black, Franco Borgogno, Doris Brothers, Steven Cooper, Ken Corbett, Margaret Crastnopol, Jodie M. Davies, David Doolittle, Darlene Ehrenberg, Virginia Goldner, Daniel Hill,Hazel Ipp, Horst Kächele, Steven Knoblauch, Gabriela Mann, Gianni Nebbiosi, Donna Orange, Spyros Orfanos, Rachel Peltz, Phillip Ringstrom, Jeremy Safran, Andrew Samuels, Malcolm Slavin, Joyce Slochower, Frank Summers. De nuestra comunidad participan Emilce y Hugo Bleichmar, Joan Coderch, Neri Daurella,  José Guimón, Juan J. Martínez Ibáñez, Carlos R. Sutil, Rosa Velasco, Jorge Tizón, entre muchas otras contribuciones. Han asistido cerca de 500 profesionales de todo el mundo, representando a 26 países.

 

En las más de 100 ponencias se destacan algunos cambios en el psicoanálisis contemporáneo a) La adopción de una actitud menos autoritaria: analistas menos omniscientes (que explican al paciente lo que a éste le sucede), más predispuestos a sumergirse en el mundo emocional del paciente y a investigar conjuntamente las emociones que emergen; b) Participación emocional (espontaneidad y autenticidad) en lugar de neutralidad como ideal de encuentro; c) Considerar que la capacidad reflexivo-verbal no es el único (ni el principal) instrumento curativo, poniendo el énfasis en el poder transformativo de la experiencia; d) La apertura real al intercambio con otras disciplinas: Neurociencias, Investigación del desarrollo y teoría del apego, pues en contra del temor de que la biología arrasaría la importancia de las relaciones y de las emociones subjetivas, la ciencia contemporánea da soporte y reconoce el valor constitutivo de las relaciones..

 

¿Podemos pensar la subjetividad desgajada de sus contextos sociales de origen, pertenencia, expresión y evolución? La respuesta es obvia, por ello el Psicoanálisis actual ha de prestar toda su atención a lo grupal (primario y secundario), social y comunitario, cultural, nacional y transnacional, no solo para entender mejor la experiencia de los individuos y contribuir a su cambio, sino para estar en el mundo y participar en él contribuyendo con una mejor lectura de las necesidades de la sociedad y del individuo, señalando una dirección de desarrollo psicológico y social sostenible.