A esta película se le han adjudicado muchos adjetivos como salvaje, confusa, abrumadoramente bella, morbosa, sensual…y yo lo primero que quiero señalar es que al salir de la sala tuve la sensación de necesitar aire, conectar con la realidad y alejarme de las emociones tan fuertes que te transmite Darren Aronofsky a lo largo de casi dos horas de proyección; solo quería pensar con claridad, tal vez esto signifique cine en estado puro.
El director vuelve sobre el sufrimiento y los conflictos intrapsíquicos y relacionales que ya pude ver en “Requiem por un sueño” una historia durísima e intensa sobre la experiencia de la adicción a los sueños y a las drogas.
En cisne negro no recurre a las drogas pero se centra en la búsqueda compulsiva de la perfección, desde la primera escena me parece una historia muy evidente, todo el tiempo tengo la certeza de que ya sé lo que va a pasar, de cual va a ser el final y sin embargo consigue fascinarme y mantenerme clavada en la butaca sin mover un solo músculo de mi cuerpo para no perderme nada interesante; eso sí que es arte, a pesar de imaginar el final logra que el espectador siga la trama con interés y curiosidad.
Las escenas son potentes y de una belleza extrema; las miradas, los gestos, las actitudes de todos sus protagonistas casi no necesitarían recurrir al diálogo para transmitir lo que se proponen; no sé como la fotografía no consigue recopilar muchos más premios…Me gusta el cine si combina la técnica con una historia bien contada y esta película lo consigue.
No quiero desvelar el contenido, me gusta comentar un film pensando en los que todavía no lo han visto: Es una historia muy sugestiva desde el punto de vista psicológico, no quiero ni debo hacer un diagnóstico clínico desde este espacio pero durante toda la proyección no pude evitar pensar en uno o en varios tipos de trastornos de personalidad que podían encajar en el perfil de la protagonista y no dejé de pensar que la confianza, la empatía y el respeto mutuo son condiciones básicas que se aprenden desde la infancia, todas “las relaciones suficientemente buenas” están basadas en la confianza.
Si la persona encargada del cuidado, la figura de apego más significativa es demasiado controladora, invasiva, no actúa con sintonía y no es capaz de ponerse en el lugar del niño/niña pequeño e indefenso hay muchas probabilidades de que todas las relaciones posteriores estén presididas por la pérdida del gesto espontáneo; el verdadero self (Winnicott) nunca se arriesgará a ser descubierto totalmente por el otro, al que se vivirá como un traidor y un tirano, como le ocurre al “cisne” que se esfuerza por ser competente en el área que su madre y más tarde su director esperan de ella.
Desarrolla una hipersensibilidad a la crítica, teme ser rechazada buscando compulsivamente la perfección y el detalle; no soporta la dependencia emocional, se aísla y aprende a no pedir ayuda; todos los que se acercan “demasiado” despiertan en ella sentimientos de atracción que la confunden y provocan fantasías sexuales y agresivas que contribuyen todavía más a la desorganización del self.
Progresivamente, a medida que se enfrenta a la pérdida de reconocimiento, a un posible fracaso, a la frustración por no conseguir los objetivos que los demás le proponen, se va produciendo una disociación entre “lo bueno y lo malo” (Kernberg). En la primer parte, el cisne (blanco) representa la pureza, la belleza, la perfección, la idealización; y en la segunda parte, ese mismo cisne (negro) es la compulsión, la confusión y la autodestrucción, sin que estas dos dimensiones puedan ser integradas.
Como psicoterapeuta pienso más en el paciente que en el diagnóstico propiamente dicho, pero en esta película se hace inevitable detectar los síntomas que acaban reflejándose en el (DSM-IV) El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, que desde 1952 viene sufriendo modificaciones y cambios radicales y que siempre está en primera línea de debate y controversia entre los profesionales de la salud.
Si tienen ocasión vayan a verla y si tenemos ocasión tal vez la podamos comentar en el Cine-forum del Ágora Relacional.