Comentario de
Teresa Martínez Navarro
Elena Trapé, directora y guionista catalana que va consolidándose profesionalmente ofreciendo al espectador una mirada íntima, un retrato de cuestiones personales con las que la directora juega a ponernos delante situaciones vitales, con la intención de conocer a quien nos presenta su historia: Irene, una mujer desencantada y contrariada por la situación vital en la que está sumergida, de la que parece huir a un paraje idílico, que no le reporta la calma interna que ha ido buscando.
Con planos cuidados, que van sumergiendo a quien mira en la subjetividad de quien nos narra su historia, desde sus conversaciones pero también desde sus silencios.
En su anterior película “Las distancias”, galardonada con el Premio Gaudí a mejor película en lengua catalana y en la que juega con los parámetros del tiempo y la distancia y como estos, pueden llegar a hacer aflorar contradicciones en el seno de un grupo de amigos. Como el tiempo y la distancia pueden cambiarlo todo, es quizá, la trama principal de su anterior largometraje.
En este, sin embargo, nos invita a adentrarnos en la experiencia de la ruptura, la ansiedad de separación que, en muchas ocasiones trae consigo miedo, dolor y vacío… y como los adultos, también buscamos nuestros espacios y objetos transicionales, para disipar y sostener dicha angustia.
Ya desde la escena principal Irene, en la despedida de su hija Joanna, le ofrece el peluche para ayudar a la niña a contener la angustia de separación que puede estar sintiendo. ¿cómo sostendrá Irene la suya?
La directora, sin entrar en dramatismos sensacionalistas, ofrece escenas de intimidad que permiten al espectador una mirada para palpar las sensaciones que se respiran en muchas de sus escenas.
Laia Costa ganadora del Goya en 2023, por su papel protagonista en “Cinco Lobitos”, da muestras de su especial sensibilidad y sutileza a la hora de trasladar al espectador su mundo interno, los matices que rodean cada experiencia subjetiva, lo que a mi parecer, enriquece enormemente el ambiente de intimidad que se genera en el trascurso de toda la película.
En su experiencia subjetiva desencantada, y abrumada por un ruptura, y la distancia de su hija, busca algo de si misma en un paraje encantador… Este “Encantats” es el inteligente juego que nos presenta la directora, para pensar sobre donde nos “sentimos encantados” y a veces atrapados, huyendo del dolor que muchas veces nos pone delante la vida.
Ante su propio miedo, ante un futuro ahora desdibujado por un proyecto que parece truncado, se abre un horizonte incierto por una ruptura y una separación de la que busca huir, pero que internamente se la hace presente también en la distancia de un lugar idílico: su casa de Antist.
En este lugar de postal parece querer encontrar un espacio transicional, un reducto de sostén, un lugar de infancia al que volver cuando el crecimiento y la vida, le ponen delante un escenario doloroso Antist es un lugar para perderse y encontrarse, y del que poder salir, para continuar enfrentando sus miedos, y por tanto, volver a retomar las riendas de su vida.
-Allí donde reside prácticamente solo Agustí, un hombre afable, cercano, que bien pudiera ser para ella un padre, un adulto referente, alguien que ante el frio te ayuda a portar leña para que hagas fuego y te resguardes, alguien que invita a una cena que propicia el encuentro, ante tanto desencuentro (quizá personificado en Gina)…la presencia en un pueblo despoblado, la vida en el cementerio que Agustí mima y cuida para cuando un día la vida deje de serlo… el sostén cuando la angustia de separación parece que se adueña de la vida al completo… Es ahí donde un gesto, una mirada… la madre suficientemente buena de Winnicott hace que nazca el gesto espontaneo del que fluye la originalidad y el encontrarse con uno mismo… Es eso quizá lo que busca Irene en Antist? Busca su propia forma de encontrarse tras el dolor de la ruptura con Guillem, y sobre todo de la distancia con Joanna…
acaso huye del dolor de la distancia, tomando distancia? la calme adentrarse en la simbólica grieta de la leyenda de los Encantants? ¿quiere perderse o encontrarse en los recuerdos de un pueblo que la vio jugar, crecer y ser adolescente? ¿Quién podría ser el Agustí en nuestra historia?
-La grieta que da nombre a la película es un elemento significante y significativo, es asombroso como la guionista nos presenta esta grieta ante la mirada de Irene y Eric, haciendo un doble juego con el sentido de lo que significa la leyenda de los Encantants:
-Lo simbólico: Ahí viven unos seres que salen de noche a tender la ropa (mucho puede recordarnos al paralelismo con la escena en la que ella tiende ropa a medianoche), y que te encantan para que te quedes a vivir aquí… ¿qué es este aquí? ¿qué es Antist para cada uno de nosotros?
-Lo real: una historia para que los niños sintieran miedo y no se metieran en la grieta y no se quedaran atrapados… Las leyendas nos protegen de algo… o infunden un miedo difuso que puede promover el efecto contrario… ante la prohibición la sensación de desear explorar si lo que cuenta la leyenda es real… en esa mirada perdida de Irene en una de las escenas de la película podría verse en deseo de una niña de adentrarse en ese supuesto peligro, y a su vez el deseo de la adulta de sentirse realmente encantada y quedarse a vivir allí, lejos del sufrimiento, del dolor de la ruptura de un proyecto, del desasosiego de la ansiedad de verse lejos de su hija… pero… ¿podemos vivir constantemente alejados del sufrimiento? tal disociación nos pueda hacer adentrarnos en una grieta oscura sin salida… la disociación y la negación parece que no tendrá mucho mas espacio y tiempo en la vida de Irene, que apostará por enfrentar sus miedos, cuando en la conversación que mantiene con Guillem al final del largometraje dice “yo pierdo…” ante la respuesta de su ex “esto no va así..” y tras el desgarrador monólogo en el que es capaz de expresar por fin que siente, finalmente pronuncia su “vuelvo a casa”, que es mas que un vuelvo a casa literal, es mas bien, un vuelvo a casa desde lo simbólico, desde el verse capaz de enfrentar de nuevo su vida, su nueva vida, distinta a la de antes, pero al fin y al cabo su vida…
Les Encantats es una película profunda y psicológicamente resonante, que ofrece una mirada íntima a las complejidades de la mente y las relaciones interpersonales. A través de su narrativa evocadora, de sus planos y sus múltiples silencios, así como la cautivadora interpretación de la protagonista, la película nos invita a reflexionar sobre los aspectos más profundos de la psique y los desafíos emocionales que enfrentamos en nuestra búsqueda de conexión, identidad y significado del mundo…
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