Resumen:
En este artículo se reflexiona acerca de uno de los aspectos esenciales del psicoanálisis relacional: la experiencia terapéutica como elemento básico para el tratamiento. Parte del concepto winnicottiano de madre o entorno suficientemente bueno y lo extiende a la función del psicoanalista. Los autores proponen la idea de que la experiencia debe ser, al mismo tiempo, suficiente e insuficientemente buena, referida tanto a los cuidados infantiles, como a la función analítica. El analista para Winnicott, no es un mero receptáculo de la transferencia del paciente, cuya labor principal sería la interpretación, sino que éste debe facilitar al paciente una experiencia nueva con elementos positivos y a la vez permitiendo que el paciente encuentre las fallas de su entorno infantil, y debe reconocer que en determinados momentos es insuficientemente bueno y por lo tanto, falla al paciente. El método de Freud inauguró la posibilidad de abrir nuevos horizontes, y el psicoanálisis relacional se manifiesta muy pronto con las aportaciones de Ferenczi. Winnicott sigue la tradición iniciada por él. Se comenta el tema de la inmunidad del analista ortodoxo, poniendo el énfasis en la
implicación del analista como sujeto. Se refiere el espacio terapéutico intersubjetivo, como un espacio transicional. La importancia de la mente que se defiende con un funcionamiento hipertrófico que impide la mentalización. Se analizan los dos sentidos que tiene el término “surrender”, como entrega y como sometimiento, entendiendo que si ha fracasado la experiencia de pertenecer a alguien como algo saludable, se da paso a la necesidad de buscar relaciones patológicas de sometimiento.
Palabras clave:
Mentalización,
Madre suficientemente buena,
fallas ambientales identificaciones cruzadas,
entregarse,
someterse,
miedo al derrumbe,
transicionalidad,
Intersubjetividad.
Abstract:
This articles aims to study one of the essential aspects of relational psychoanalysis: the therapeutic experience as a basic element in treatment. Its starting point is the Winnicottian concept of a goodenough mother or environment, extending this to the psychoanalyst’s work. The authors propose to add the idea that this experience should also be not good‐enough, referring to both child‐care and analytic function. For Winnicott the analyst is not a mere receptacle of patients’ transference, whose main task is interpretation, but one who should provide the patient with a new experience, having both positive elements as well as allowing the patient to find the faults in his childhood environment. The analyst must recognise that at times he or she is not good‐enough and so fails the patient. Freud´method allowed new horizons to be opened and relational psychoanalysis would emerge soon after with Ferenczi’s contributions, and Winnicott would follow in his tradition. Mention is made of the immunity of the
orthodox analyst, emphasising the implication of the analyst as a subject, and also of the intersubjective therapeutic space as a transitional space. Reference is also made to the significance of a mind defended by hypertrophied functioning which impedes mentalisation. The term “surrender” is analysed in both its
senses: as ‘letting go’ and as submission, understanding that if what is understood as a healthy experience of belonging to someone has failed, then pathological, submissive relationships will be sought after.
Keywords: Good‐enough mother, faults in holding environment, crossed identifications, submitting, fear of breakdown, mentalisation, transitionality, intersubjectivity.
Referencia:
Sáinz Bermejo, F. y Cabré Segarra, V. (2012). La experiencia terapéutica con un analista suficiente e insuficientemente bueno. Una contribución de Winnicott al Psicoanálisis Relacional. Clínica e Investigación Relacional, 6 (3): 570‐586. [ISSN 1988‐2939],[Recuperado de www.ceir.org.es ].