Resumen:
En este trabajo intento distanciarme de forma matizada del psicoanálisis intersubjetivo de Stolorow y colaboradores, en su idea de que no existe un cuerpo distintivo de teoría clínica ni diagnóstico de los que puedan derivar recomendaciones “técnicas” que guíen la práctica. No obstante, la actitud del terapeuta se modifica dependiendo de los estilos propios de relación ante los diferentes estilos relacionales de los pacientes que atiende y esas diferencias requieren – en mi opinión ‐ cierto modo de diagnóstico. Admitiendo que ninguna persona puede ser una pantalla totalmente en blanco, se acepta que la transferencia incluye las reacciones espontáneas y naturales del paciente ante la
situación actual, en la que el terapeuta es un objeto real. El terapeuta que funciona en el registro de la responsividad óptima tiene en cuenta tanto los marcadores o señales que el paciente da de lo que espera de las respuestas del terapeuta, así como de las reacciones del paciente a las respuestas percibidas. Recurro, en especial, a las orientaciones de Bjørn Killingmo (1989, 2000) cuando sugiere que la tarea del analista es diferente ante sujetos que padecen una “patología de conflicto”, frente a los que padecen una “patología por déficit”.
Palabras clave:
Contratransferencia,
Transferencia,
Psicoterapia Relacional,
Diagnóstico y técnica,
Patología por déficit,
Patología por conflicto.
Abstract:
In this paper I try to differentiate in a nuanced way my point of view from that one of the intersubjective psychoanalysis represented by Stolorow and collaborators, regarding their opinion that there are no distinctive body of clinical or diagnostics knowledge that could be used to elaborate "technical" recommendations in order to guide our practice. Notwithstanding, therapist's attitude changes depending on his/her relational styles in interaction with the patients’ diverse relational styles, and that change is informed – in my opinion ‐ by some kind of diagnostic stance.
Admitting the fact that nobody can behave as a totally blank screen, it is generally accepted that the patient’s transference includes his/her natural and spontaneous reactions to the current real situation, situation in which the therapist is a real object. The therapist who works from the vantage point of an optimal responsiveness takes into account both the signs of what the patient is expecting from him/her, as well as the patient's reactions to the answer received. I have particularly in mind
Bjørn Killingmo guidelines (1989, 2000), suggesting that the analyst's task is different depending on the patient suffers mainly from a "conflict" or from a "deficit" pathology.
Keywords: Relational Psychotherapy, Diagnostics and technique, Transference, Countertransference, deficit pathology, conflict pathology.
Referencia:
Rodríguez Sutil, C. (2012). ¿Existe una técnica en Psicoanálisis Relacional?. Clínica e Investigación Relacional, 6(3): 515‐527. [ISSN 1988‐2939] [Recuperado de www.ceir.org.es].